La Magia de Egipto II
Lo segundo dos señoras de mediana edad saliendo del templo comentaron muy enfadadas: “... nosotros en España tenemos templos y catedrales con techo, podrían techar esto para no estar bajo el rayo del sol...”. Me tomó tan de sorpresa lo absurdo del comentario, que no pude reaccionar, sino les hubiera dicho: ¿Cómo quieren el toldo a rayas o a lunares? Y ya que estamos ¿de qué color?. Una maravilla que deja al viajero con la boca abierta y con el cuerpo erizado de ver algo tan grandioso, que hace que emociones diversas nos invadan y estas dos señoras, preocupadas por el sol. Si al que grabó el corazón le llamé genio, a estas señoras les llamaría... mejor me calló, ojalá leyeran esto, porque la soberbia es uno de los mayores pecados, y como la soberbia es directamente proporcional a la ignorancia, creo ha quedado claro.
Tercer historia, fue en el Templo de Abú Simbel, el interior esta decorado con maravillosas pinturas a tamaño natural, que aún mantienen su colorido casi intacto, por ello, por los flashes, no se permite sacar fotos, pero no hay problemas, por un Euro nos venden un acordeón de fotografías con todos los detalles. Pues ahí había un señor rubio de ojos azules con pantalón corto de explorador, no era español, sacando fotografías a diestra y siniestra con un potente flash y mirando desafiante a quienes le lanzábamos una mirada interrogante al ver su falta de ética, pero eso no fue todo cuando se hartó de sacar fotografías, encendió una cámara, no muy moderna, con una potente luz y se puso a filmar lo más pancho.No era un profesional con un permiso especial, yo trabajo en T.V. y conozco los equipos. El uso de luces potentes deteriorará con el tiempo las pinturas, pero evidentemente a este individuo poco le importa, que sea patrimonio de la humanidad y que nuestros descendientes puedan disfrutar de esa maravilla in situ.Prometo firmemente que en mi próximo viaje a Egipto, seré una “chivata”, si porque si nos callamos seremos cómplices de atropellos contra la historia y el patrimonio de la humanidad y yo no quiero ser responsable del expolio de lo que nos legaron los antepasados.Si vas a Egipto, cuídalo y mímalo, no te olvides que la cuna de la civilización se encuentra en los desiertos de Nubia. Ahora Me siento mejor, aunque avergonzada de pertenecer a los civilizados que solo buscan su autocomplacencia a cualquier precio. Silvia Munafó
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