El Peor sentimiento humano
LA ENVIDIA
Es uno de los peores sentimientos, o tal vez debería decir una enfermedad terrible. Aquellos que tienen un gran vacío en su interior, que no pueden o no quieren llenar con las cosas bellas de la vida, padecen de esta terrible lacra.
Se da tanto en mujeres, como hombres o niños y en todas las clases sociales, en todas las naciones, sin importar el credo que tengan.
Quienes más sufren son los enfermos, porque nunca estarán satisfechos con nada de lo que tengan y siempre querrán lo que tiene el otro y lo que es peor intentarán por todos los medios quitárselo o hacer que lo pierda.Podríamos decir que la premisa es “o es para mí o no es para nadie”.La envidia la sufren, no necesariamente quienes menos tienen, sino quienes se sienten inferiores a los demás o no tienen su propia personalidad, intentan robar lo ajeno para sentirse satisfechos, pero aunque lo consigan, no son felices.La envidia es una oquedad oscura, fría, desgarradora. Es tan fuerte la energía que derrochan en querer lo ajeno, en querer tener o ser lo que es el otro, que no les queda fuerza para crecer como personas.Pierden tanto tiempo en buscar la forma de dañar, de vigilar, de desear lo que tiene el otro que no les queda para construirse su propia vida. Esa energía canalizada hacia la envidia sistemática de los demás, se transforma en una fuerza poderosísima que daña al objeto de su malsano deseo.La buena noticia es que se puede curar, aunque no es fácil, porque primero debe aceptar que lo carcome la envidia, porque debe ser honesto consigo mismo para aceptarse y eso es demasiado difícil, demasiado fuerte asumirlo.Si dedicaran su vida a prepararse, a trabajar, a llenar su vacío con sus propios anhelos, con la misma fuerza que desean la vida ajena, seguramente triunfarían en la vida.
Pero es más fácil no hacer nada por ellos mismos y querer lo de los demás, sin ver el esfuerzo del otro para llegar a donde ha llegado.Ojalá algún día se encuentre algún remedio para este sentimiento tan bajo y deleznable, porque el envidioso daña a los demás pero se destruye a sí mismo, durante toda su vida, y finalmente abandona este mundo con mucho sufrimiento, porque hasta el ultimo suspiro su egoísmo supera la razón.Desgraciadamente estamos en una época que esta enfermedad es demasiado habitual, así que lo único que les puedo decir es que use algún amuleto poderoso para protegerse de aquellos que utilizan su energía de vida para usurpar o destruir lo que los demás poseen: belleza, dinero, felicidad, paz etc. Silvia Munafó
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