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Dios y el demonio

DIOS Y EL DEMONIO

 

Si crees en Dios, debes creer en el demonio. Seguramente esto lo han oído muchas veces, pero  no necesariamente debe ser así. El demonio tal como lo entendemos o como se ha encargado el cristianismo de mostrarlo, no existe.

El diablo no es más que una mezcla de antiguas creencias con seres malignos de arcanas religiones  para dar como resultado la figura infernal que conocemos. A través de atemorizar al hombre  con ese ser, se obtenía  un poder sobre los mortales.La idea del ser maligno que ha llegado a nosotros no tiene nada que ver con el Ángel  Caído. Demonio significa adversario, aquel que perdió en la batalla celestial por el dominio del mundo.Pero en realidad ¿Qué es  el bien y el mal?La visión  parcial y limitada que  tiene el hombre de Dios, le lleva a ver únicamente  los extremos opuestos  de la totalidad.El bien contra el mal, Dios versus demonio. La visión total implica la aceptación que una fuerza omnipotente, omnipresente y única esta formada por infinitas facetas perfectas y armónicas.La visión humana solo observa dos caras, las opuestas  como distintas energías, sin comprender que ambas son el UNO. La nada es la negación de la vida, el todo es la vida. Aceptar los lazos intermedios que hacen que la vida y la muerte sean solo los dos extremos opuestos  de la Unidad es lo que llamamos existencia.Lo femenino y lo masculino, el Sol y la Luna, lo negativo y lo positivo, luz y oscuridad, noche y día, no son más que la cara de una misma moneda.Bien claro lo dejó George Lucas en la Guerra de las Galaxias: el lado oscuro nos es más que el reverso de la fuerza. De una única fuerza, de una única energía.

Si lo positivo y lo negativo se encuentran en total armonía entonces estamos ante la presencia de l a perfección: Dios. Equilibrar las tendencias internas llevará al hombre ante  la presencia del Uno. Porque Dios y Demonio anidan en nuestras almas y la lucha no cesará hasta que no dejemos de  inclinar la balanza en extremo hacia  lado u otro, sino cuando logremos que el brazo se halle totalmente horizontal  en armonía  y equilibrio.

Temer al demonio significa darle potestad sobre nuestra vida a ese lado oscuro que todos felizmente tenemos, pero que aún no sabemos controlar, y no podemos hacerlo por el miedo. Digo felizmente porque solo teniendo  todos los matices en nuestro interior podemos lograr la armonía como seres completos y divinos.                                                 Silvia Munafó

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